La reconciliación es posible
Alfarnatejo (Málaga, 538 habitantes) tiene memoria histórica para los dos bandos. Un equipo de arqueólogos acaba de terminar la búsqueda de los restos de cinco represaliados de la Guerra Civil: dos carabineros y un joven, fusilados por el bando fascista, y dos ganaderos que murieron tiroteados por milicianos. Se estima que todos perdieron la vida entre 1936 y 1937. El pueblo, situado a 60 kilómetros al norte de la capital malagueña, ha querido dignificar sus restos a la vez. Su alcalde, Antonio Benítez (PSOE), reclama que se haga lo mismo en el resto de España: «Habría que contribuir a terminar con todo y cerrar de una vez la herida de tantas familias».
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